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16 de febrero de 2011

La importancia de tocar en clase...¿o no maestros?


Creo que, en cada texto o método de clarinete que se ha publicado, se abarcan varios aspectos que cada profesor debe considerar durante su clase: si damos una rápida mirada a la mayoría de métodos para principiantes, descubrimos pronto que las notas largas son un importante ejercicio para todo clarinetista, ya que ayudan a fortalecer la embocadura, nos centra en la emisión del aire y en la calidad del sonido. Ejercicios para "mover los dedos" hay antiguos y nuevos, ya que cada año se publican diferentes métodos para mejorar lo que llamamos técnica.

Un alumno mejora con práctica, eso todos lo sabemos. Pero mi texto no apunta a decir lo que todos asumimos como normal, es decir, con práctica y buena orientación, un alumno debe mejorar.

Estas líneas van quizás más orientadas a una seria reflexión por parte de alumnos y maestros. Y aquí va: existen en algunas escuelas de músicas, maestros de clarinete (y otras especialidades) que, aunque tienen años enseñando, nunca han tocado una sola nota en clase. ¿Les suena raro? A mi también. Pero esto sí sucede... sí existen en estos días casos de este tipo, en donde la clase se convierte en un repetir o reproducir lo que el maestro dice sólo con palabras.

Existen grandes maestros que con sólo algunas orientaciones, nos hacen realmente reflexionar, y muchas veces sin tocar nota alguna en el clarinete. Pero estos son los grandes maestros. En las escuelas de músicas e incluso en algunos conservatorios, muchos maestros "de todos los días" nunca tocan el ejercicio tal o cual para sus alumnos. Nunca.

¿Y porqué es importante tocar en clase para el alumno? Simple: sobre todo al comienzo, el alumno debe tener un sonido de referencia, no de grabaciones sino de su propio maestro. Esto suena así, y si aprietas la embocadura, suena así, y si no controlas tu aire, esto va a sonar de esta manera, y cuando no utilizas tu respiración abdominal, la afinación cambia así. Sin estas referencias sonoras mínimas, el alumno está perdido. El profesor está en la obligación - insisto, sobre todo al comienzo - de tocar para el alumno, de mostrarle como estudiar, de mostrar como es que él sujeta el clarinete y demostrar la posición correcta de sus dedos, y como es su embocadura al momento de tocar. Por último, para mostrar también su musicalidad aún en un ejercicio breve.

Y esto último es también de no pasar por alto. El alumno necesita tener un grado de admiración hacia su maestro. Si nunca lo ha escuchado en un recital, en un concierto de música de cámara, ¿de qué se puede sentirse orgulloso el alumno? Si los alumnos nunca escuchan a su maestro tocar en clase (y mucho menos en un concierto) entonces...¿podrán realmente confiar el él, en sus consejos de como tocar cuando él nunca lo hace?

Sé que este texto puede leerse un poco duro, pero necesito entonces que me ofrezcan una muy buena explicación, una gran razón por la cual un maestro no toca en la clase para sus alumnos, o porque no ofrece por lo menos un recital al año en su ciudad. El alumno merece escuchar a su maestro, a la persona a la cual está confiando su educación.

En mi caso, y con toda honestidad, dudaría mucho de aquel maestro que en una clase, sólo me hable del clarinete. Esto no quiere decir que no se puede hablar sobre temas interesantísimos, pero siempre al final, hay que escuchar la verdad: por favor maestro, muestre usted con su clarinete y con música, aquello que explica con palabras.

Los jóvenes que recién empiezan no deben bajo ningún motivo ser privados de escuchar en cada clase a su maestro. Incluso cuando ya "estamos grandes", las clases maestras son mucho más interesantes cuando el invitado de gala, toca un pasaje de un estudio o de una obra y nos deja a todos boca abierta. Luego explica lo que hizo, pero todos escuchamos a lo que se refería.

Los tiempos cambian, y el nivel del clarinete en Latino América y el mundo está mejorando. Los maestros debemos caminar a la par de estos avances grandes que vivimos, ofrecer todo lo que tenemos a las nuevas generaciones, y esto significa, entre muchas otras cosas, tocar en cada clase para nuestros alumnos, a quienes les debemos tener el más alto respeto y devoción.