No solemos subir bromas o chiste a nuestro blog, pero por coincidencia el tema de "músicos clásicos" y "jazzistas" ha estado de moda en nuestro cercano entorno, y este chiste ilustra dos mentalidades que son muy creídas en el medio - rigidez, ser estricto, "profesional" para los clásicos, y ser relajado, despreocupado y "cool" para los jazzistas. Aqui va el texto:
Un reconocido director está formando una orquesta para un concierto muy importante. Tiene las partituras, la sala, horarios, los músicos...excepto el clarinetista. En su urgencia, llama a una agencia especializada para que le consigan uno.
- "Bueno, el único clarinetista que tenemos disponible es jazzista...", a lo que el director responde, "No soporto trabajar con un jazzista! Se visten terrible, siempre llegan tarde y todos tienen un problema de actitud".
- "Bueno, es todo lo que tenemos" le responden de la agencia. "Esta bien" replica el director, "estoy desesperado asi que lo contrato".
El primer ensayo sucede una semana luego de esa llamada telefónica: El director llega temprano, y nota a un clarinetista vestido en terno gris, corbata roja, lápiz en su atril y practicando los solos y partes de las obras. Durante el ensayo, el clarinetista toca bastante bien y responde a todos los comandos del director.
Una semana después, durante el segundo ensayo sucede lo mismo, pero esta vez el clarinetista toca todo casi perfecto.
Al tercer y último ensayo lo mismo ocurre, pero esta vez el clarinetista se sabe todos los solos de memoria.
Durante un breve descanso, el director le dice a la orquesta: "Quisiera disculparme en público. Debo confesar que tenía prejuicios en trabajar con un jazzista, pero nuestro clarinetista me ha abierto los ojos. Siempre esta bien vestido, es el primero en llegar, estudia sus partes y se sabe muy bien la música."
Dirigiéndose al clarinetista, el director dice: "Sólo quiero decirle que aprecio mucho su dedicación y esfuerzo".
A esto el clarinetista le responde: "tranquilo pana, es lo menos que puedo hacer, si consideramos que el día del concierto no puedo venir...".
Un reconocido director está formando una orquesta para un concierto muy importante. Tiene las partituras, la sala, horarios, los músicos...excepto el clarinetista. En su urgencia, llama a una agencia especializada para que le consigan uno.
- "Bueno, el único clarinetista que tenemos disponible es jazzista...", a lo que el director responde, "No soporto trabajar con un jazzista! Se visten terrible, siempre llegan tarde y todos tienen un problema de actitud".
- "Bueno, es todo lo que tenemos" le responden de la agencia. "Esta bien" replica el director, "estoy desesperado asi que lo contrato".
El primer ensayo sucede una semana luego de esa llamada telefónica: El director llega temprano, y nota a un clarinetista vestido en terno gris, corbata roja, lápiz en su atril y practicando los solos y partes de las obras. Durante el ensayo, el clarinetista toca bastante bien y responde a todos los comandos del director.
Una semana después, durante el segundo ensayo sucede lo mismo, pero esta vez el clarinetista toca todo casi perfecto.
Al tercer y último ensayo lo mismo ocurre, pero esta vez el clarinetista se sabe todos los solos de memoria.
Durante un breve descanso, el director le dice a la orquesta: "Quisiera disculparme en público. Debo confesar que tenía prejuicios en trabajar con un jazzista, pero nuestro clarinetista me ha abierto los ojos. Siempre esta bien vestido, es el primero en llegar, estudia sus partes y se sabe muy bien la música."
Dirigiéndose al clarinetista, el director dice: "Sólo quiero decirle que aprecio mucho su dedicación y esfuerzo".
A esto el clarinetista le responde: "tranquilo pana, es lo menos que puedo hacer, si consideramos que el día del concierto no puedo venir...".