Hace un momento que leí la entrada de Marco sobre quiénes pasaron a la final en Munich, me puse a buscar quiénes eran, en principio porque el nombre de la israelí Shelly Ezra me sonaba muy familiar. Y sí, lo primero que encontré fue una nota que se publicó aquí donde se nos contaba que Shelly había ganado un Concurso Mozart en el 2006.
Y buscando sobre los demás, me encontré con un dato más que curioso. Hace unos meses alguien me decía “deberían hacer en Clariperu un artículo sobre los maestros de clarinete, sobre quién es quién, porque realmente no todos los grandes solistas son buenos maestros, ni todos los maestros que tienen fama de ser buenos están produciendo alumnos ganadores de concursos o audiciones.” Y es verdad ¿Dónde están los alumnos de Neidich, Meyer, Montanaro, Leister, Cuper, por mencionar solo a cinco estrellas? Y hoy lo recordé, y quiero dejar al aire la reflexión para que quienes busquen (como ha sido mi consejo, aunque, ¿quién soy yo para dar consejos?) un maestro fuera de su país lo hagan pensando en qué tipo de clarinetista quieren ser y qué maestro los está produciendo (la verdad: el verbo producir no me gusta, pero no he encontrado uno mejor). Muchas veces me ha parecido ridículamente contradictorio cuando alguien me dice “es que me choca cómo tocan los alumnos de Neidich, pero quiero ir a estudiar con él porqué ¿escuchaste la velocidad con la que toca Weber?”. O cosas así. Pero sigo.
Desde que anunciaron en su página web la lista de quienes participaban en Munich (bravo al concurso por la iniciativa, en otros casos nos enteramos meses después), me pareció muy interesante -y variadísima- la distribución geográfica de los concursantes, 2 franceses, varios orientales, la venezolana, etcétera. Luego con los primeros resultados fue más revelador el qué países iban avanzando (sí, como si estuviera viendo cómo la estrella australiana Matt Michtman le ganaba al debutante mexicano Romel Pacheco en el cubo de agua de Pekín). Los franceses quedaron atrás, igual que los norteamericanos, a semifinales y a finales solo pasaron europeos o asiáticos. Ahora viene el dato más curioso, por las similitudes.
Les decía que el nombre de Shelly me sonaba familiar, que era porque había ganado un concurso Mozart en 2006. Y encontré más datos de todos. El japonés Taira Kaneko, el alemán Sebastian Manz y la propia Ezra son alumnos o de Sabine Meyer o de su esposo Reiner Wehle (o lo fueron de ambos), todos en la escuela de Lubeck (donde también estudia, por ejemplo, Julian Bliss.) Marcos Pérez, el español, es el único de los cuatro que no estudia en Alemania, él lo hace en el Royal College de Londres (con Hosford y Collins.)
Más datos. No solo Shelly ganó el concurso Mozart, Taira lo hizo este año y… no, Sebastian no lo hizo, aunque sí ha ganado otro par de concursos y si uno ve su página en Internet se da cuenta que es el que tiene más, digamos, movimiento en la industria.
Así que ustedes dirán. Concursos, maestros, audiciones, escuelas, hay muchas. Pero el qué buscamos como alumnos, a dónde queremos llegar como clarinetistas, y qué queremos hacer de nosotros mismos, son preguntas que solo nosotros nos podemos contestar (ya los jurados de Munich nos dirían qué clarinetista quisieron escuchar, porque también eso cuenta). Recuerdo ahora que hace un año Martin Scalona (argentino radicado hace varios años en México), que estudió con Montanaro en Curtis y con Rusinek en Pittsburg me decía “sencillo, quieres ganar concursos, te digo con quién debes ir, quieres hacer relaciones ve a tal ciudad, quieres estudiar para hacer recitales ve a esta otra ciudad, pero jamás vayas con…”
También sería importante mencionar, acaso para los curiosos, que todos andan entre los 21 y 23 años de edad (no Marcos, que tiene 26). Llegar a un concurso como el Munich a esta edad nos habla del verdadero nivel en que se está tocando, a qué edad y de dónde llegan. Nos aclara, pues, el panorama. Que alguien de 30 hubiera llegado a ganarles a estos jóvenes (por tratados internacionales, el de 30 ya no es joven) no me parecería del todo meritorio. Que cualquiera de ellos gane, sí. ¿Mi favorito? Ya todos lo saben (Matt Michtman, por supuesto).
Y buscando sobre los demás, me encontré con un dato más que curioso. Hace unos meses alguien me decía “deberían hacer en Clariperu un artículo sobre los maestros de clarinete, sobre quién es quién, porque realmente no todos los grandes solistas son buenos maestros, ni todos los maestros que tienen fama de ser buenos están produciendo alumnos ganadores de concursos o audiciones.” Y es verdad ¿Dónde están los alumnos de Neidich, Meyer, Montanaro, Leister, Cuper, por mencionar solo a cinco estrellas? Y hoy lo recordé, y quiero dejar al aire la reflexión para que quienes busquen (como ha sido mi consejo, aunque, ¿quién soy yo para dar consejos?) un maestro fuera de su país lo hagan pensando en qué tipo de clarinetista quieren ser y qué maestro los está produciendo (la verdad: el verbo producir no me gusta, pero no he encontrado uno mejor). Muchas veces me ha parecido ridículamente contradictorio cuando alguien me dice “es que me choca cómo tocan los alumnos de Neidich, pero quiero ir a estudiar con él porqué ¿escuchaste la velocidad con la que toca Weber?”. O cosas así. Pero sigo.
Desde que anunciaron en su página web la lista de quienes participaban en Munich (bravo al concurso por la iniciativa, en otros casos nos enteramos meses después), me pareció muy interesante -y variadísima- la distribución geográfica de los concursantes, 2 franceses, varios orientales, la venezolana, etcétera. Luego con los primeros resultados fue más revelador el qué países iban avanzando (sí, como si estuviera viendo cómo la estrella australiana Matt Michtman le ganaba al debutante mexicano Romel Pacheco en el cubo de agua de Pekín). Los franceses quedaron atrás, igual que los norteamericanos, a semifinales y a finales solo pasaron europeos o asiáticos. Ahora viene el dato más curioso, por las similitudes.
Les decía que el nombre de Shelly me sonaba familiar, que era porque había ganado un concurso Mozart en 2006. Y encontré más datos de todos. El japonés Taira Kaneko, el alemán Sebastian Manz y la propia Ezra son alumnos o de Sabine Meyer o de su esposo Reiner Wehle (o lo fueron de ambos), todos en la escuela de Lubeck (donde también estudia, por ejemplo, Julian Bliss.) Marcos Pérez, el español, es el único de los cuatro que no estudia en Alemania, él lo hace en el Royal College de Londres (con Hosford y Collins.)
Más datos. No solo Shelly ganó el concurso Mozart, Taira lo hizo este año y… no, Sebastian no lo hizo, aunque sí ha ganado otro par de concursos y si uno ve su página en Internet se da cuenta que es el que tiene más, digamos, movimiento en la industria.
Así que ustedes dirán. Concursos, maestros, audiciones, escuelas, hay muchas. Pero el qué buscamos como alumnos, a dónde queremos llegar como clarinetistas, y qué queremos hacer de nosotros mismos, son preguntas que solo nosotros nos podemos contestar (ya los jurados de Munich nos dirían qué clarinetista quisieron escuchar, porque también eso cuenta). Recuerdo ahora que hace un año Martin Scalona (argentino radicado hace varios años en México), que estudió con Montanaro en Curtis y con Rusinek en Pittsburg me decía “sencillo, quieres ganar concursos, te digo con quién debes ir, quieres hacer relaciones ve a tal ciudad, quieres estudiar para hacer recitales ve a esta otra ciudad, pero jamás vayas con…”
También sería importante mencionar, acaso para los curiosos, que todos andan entre los 21 y 23 años de edad (no Marcos, que tiene 26). Llegar a un concurso como el Munich a esta edad nos habla del verdadero nivel en que se está tocando, a qué edad y de dónde llegan. Nos aclara, pues, el panorama. Que alguien de 30 hubiera llegado a ganarles a estos jóvenes (por tratados internacionales, el de 30 ya no es joven) no me parecería del todo meritorio. Que cualquiera de ellos gane, sí. ¿Mi favorito? Ya todos lo saben (Matt Michtman, por supuesto).
Nota: Después de la publicación de este artículo, recibimos la aclaración por parte de Vicente Ferrer, con quien Marco Pérez estudió en Tenerife, de que el concursante español lleva ya tres años estudiando en Suiza con Francois Benda. Gracias por la información actualizada.