Esta debe ser la pregunta más frecuente que reciben los maestros de clarinete en el mundo. Por ejemplo, durante una clase maestra, aficionados, principiantes o estudiantes avanzados no pueden resistirse a preguntar, ¿cuál es la mejor caña? Y ahora que tenemos una comunicación más fluida en redes sociales, debido a la pandemia, la pregunta regresa una y otra vez, con variantes como, ¿qué cañas recomienda, maestra?, ¿qué caña debo usar para la boquilla que tengo?, ¿la marca X es mejor que la marca Y?, ¿debo usar una caña más dura?
Y es una pregunta válida. ¿Qué cañas usan nuestros héroes que suenan tan bien al tocar el clarinete? ¿Existe realmente una caña que sea la mejor?
Claro que sí. La que mejor te funciona.
Si consideras que esta respuesta es muy corta o, aparentemente, imprecisa, piensa en lo siguiente: ¿Cómo es posible que grandes solistas, clarinetistas principales de orquestas y miles de clarinetistas profesionales usen cañas tan distintas? Y por “distintas”, nos referimos a la marca y el número.
Los estudiantes de clarinete sienten una natural curiosidad hacia los accesorios y materiales que usan los clarinetistas profesionales. En algún momento todos le hemos preguntado a un profesor de clarinete ¿cuál es la mejor caña? y hemos obtenido diferentes respuestas.
Con las siguientes líneas, queremos extender nuestra breve respuesta anterior, a modo de guía para los estudiantes curiosos que se preguntan en este momento, ¿estaré tocando mi clarinete con la mejor caña?
1. Prueba todas las cañas posibles. No te dejes llevar por modas o por lo que usan tus compañeros. Los consejos que recibes de parte de los maestros los debes tomar como un punto de inicio, para que puedas sacar tus conclusiones basadas en tu experiencia. ¿Por qué? Porque la manera cómo sostienes el instrumento, cómo soplas dentro de él es única. Tus dientes, tu mandíbula, la posición de tu lengua afecta en el resultado final de tu sonido. Es por estos motivos que una caña que le funciona a Martin Fröst, no necesariamente te funcionará a ti.
2. Tómate tu tiempo para experimentar con una nueva caña. Sacar una caña de la caja y soplarla en el momento te dará un conocimiento parcial de la misma. Úsala interdiariamente por una semana, como mínimo, y presta atención a su resistencia y respuesta. ¿Mantiene su consistencia?, ¿ha variado mucho el sonido en pocos días?, ¿te sientes cómodo con ella luego de algunos días de pruebas?
3. Busca lugares donde conseguir nuevas cañas. Es muy común recibir cañas gratis como muestras durante festivales de clarinetes. Las ofrecen para que, justamente, puedas experimentar con ellas. Prueba todas las marcas posibles y en diferentes números. Y si sabes que no tienes esta facilidad en tu ciudad o país, invierte un poco de dinero en comprar distintas marcas o algún modelo nuevo. De esta manera te aseguras de conocer bien el modelo/marca y a la vez apoyas a la industria dedicada a la fabricación de cañas. Es más barato comprar dos cajas de cañas que viajar a un festival en el extranjero (pero cuando tengas la oportunidad, ¡viaja!).
4. Prueba las cañas sintéticas. En los últimos cinco años, varias empresas se han dedicado a fabricar cañas sintéticas. Sus propuestas son muy interesantes y la calidad de sus productos sigue mejorando. Recuerda mantener una mente abierta y escucharte con atención al momento de probar estas cañas, que ofrecen algunas ventajas sobre aquellas hechas de caña natural (por ejemplo, no les afecta la humedad).
5. Busca diferentes modelos de una misma marca. Las empresas dedicadas a la fabricación de cañas ofrecen un gran abanico de opciones en los cortes y grosor de sus cañas. Una misma marca puede ofrecerte cañas que, al momento de probarlas, suenan muy distintas. Busca probar las cañas nuevas que salen al mercado, a lo mejor una de ellas se adecuan mejor a tu la manera de tocar.
6. Escucha tus cañas nuevas en varios lugares. Mencionamos en el punto 3 que los festivales de clarinete son un lugar ideal para conseguir cañas nuevas, pero tal vez no el mejor espacio para probarlas. Así como tú, muchos clarinetistas se encontrarán probando cañas, boquillas, instrumentos, abrazaderas nuevas, lo cual genera un ambiente con mucha contaminación sonora. Prueba tus nuevas cañas a solas en casa, en la institución donde estudias, en una sala de conciertos y cuanto lugar se te ocurra. Ahí podrás notar con claridad la respuesta de la caña y si responde a tus necesidades sonoras.
7. Recuerda rotar tus cañas. Es posible que hayas probado una caña nueva y luego de tocarla por cuatro días seguidos en conciertos al aire libre con tu banda de música, sientas que ya no responde. Tu conclusión será que esa marca y modelo no te funciona, o la calificas negativamente. Las cañas son un material orgánico que necesitan reposo. Por eso vas a notar que los músicos profesionales cargan con una selección de, al menos, seis cañas que van turnando. De esta manera las cañas duran mucho más y tu experiencia con ellas será más positiva.
Piensa en las cañas como un calzado. Si tienes un amigo que se muy bien con un tipo de zapatillas, esto no se traduce en que se verán igual de bien contigo. Dependerá de cómo las combines y además, no comprarás la misma talla que usa tu amigo, ¿verdad? Es posible que tu amigo te diga que son las zapatillas más cómodas que jamás ha usado, y cuando las pruebas, la verdad es que no son tan cómodas. ¿Por qué? Porque ambos tienen pies diferentes y conceptos diferentes de cómo usar las zapatillas. Lo mismo sucede con las cañas: tienes una anatomía particular y un concepto sonoro que te distingue de otros músicos.
Y hay un último detalle que también debes tomar en cuenta: el concepto que tienes de sonido en el clarinete, el sonido final que deseas desarrollar es tuyo, es único. Algunos clarinetistas buscan un sonido brillante y presente al momento de tocar y ellos te recomendarán las cañas que les funcionan. Lo mismo con un clarinetista de jazz, de una orquesta o un solista. Son ambientes artísticos diferentes que requieren sonoridades distintas y el uso de diferentes cañas.
Con el tiempo irás cambiando de instrumento, de boquillas y también la manera cómo tocas. Por eso, las cañas que hoy día no se acomodan a tu modo de tocar, a lo mejor sí lo harán en unos años.
Así que, luego que hayas probado muchas cañas de diferentes marcas, modelos, número de grosor e incluso precio, te darás cuenta que la mejor caña es:
La que mejor te funciona.