El 17 de agosto de 2021, la Orquesta Sinfónica de Brasil ofreció un concierto especial para celebrar sus 81 años de actividades musicales. En el programa se incluyó el estreno mundial de la obra Valsa D'Outono (Vals de otoño) del distinguido compositor Liduino Pitombeira, escrita para clarinete bajo y orquesta.
El solista encargado de este importante estreno fue Thiago Tavares, destacado músico brasileño, quien es una de las voces más importantes en Latinoamérica con el clarinete bajo.
Para contarnos sobre su experiencia en el escenario y cómo nació la obra, Clariperu sostuvo una entrevista muy interesante con este gran intérprete.
Estimado Thiago, ¿qué desafíos te trajo interpretar la obra Valsa D’Outono?
Desde mi regreso de Rotterdam al culminar mis estudios de maestría de clarinete bajo con Henri Bok, soy el asistente del maestro Liduino Pitombeira en la Universidad Federal de Río de Janeiro, para brindar información sobre el clarinete bajo y así fortalecer nuestra relación. Uno de los desafíos era iniciar un proyecto de valses brasileños para clarinete bajo en este período de pandemia de COVID-19 y le solicité un vals al maestro Liduino.
Desde el año 1998 soy miembro de la Orquesta Sinfónica de Brasil y cuando me enteré que iban a crear un programa con una obra de Pitombeira, llamé al compositor para preguntarle si le gustaría escribir una pieza para clarinete bajo y orquesta. Me respondió que usaría el comienzo del vals que le habían pedido en este programa orquestal. Sí, mi proyecto de vals se ha transformado, ¡qué suerte!
La obra es muy expresiva y éste es su mayor desafío, es decir, cantar con el clarinete bajo en cada textura de la melodía en su plenitud de belleza melódica.
Otro desafío fue la elección de las digitaciones en el registro agudo y agudo extremo, que deben ofrecer características como la estabilidad de la nota, afinación y precisión en la ejecución, ya que a menudo la mejor digitación no es aquella a la que el cuerpo está acostumbrado. El clarinete bajo tiene la belleza de un libro con varias posibilidades de mecanografía.
Para mí, la parte técnica más difícil no fueron los pasajes más rápidos sino cuando el tema, hermoso y lírico, apareció en su registro más alto. Busqué una interpretación vocal, siempre aventurándome en apoyaturas, vibrato, disonancias y consonancias. Cuando vi en la partitura las notas graves do y re, simplemente reaccioné soplando todo hacia ellas, por supuesto. Bass power!
La obra está dedicada a ti. ¿Has podido colaborar directamente con el compositor?
¡Es un sueño hecho realidad tener una obra para clarinete bajo del maestro Liduino Pitombeira dedicada a mí! Y también de poder debutar con mi orquesta, con la cual tengo una historia desde los diecisiete años.
Escribir para clarinete bajo como instrumento solista con una orquesta o banda no es fácil. Es muy importante prestar atención a las dinámicas y a la textura, para que la obra funcione. Le dije al maestro Pitombeira que me encantaría tener notas desde lo más bajo hasta al extremo más alto, incluyendo movimientos de armónicos transitorios, evocando un movimiento polifónico.
Hablamos también de la dinámica del acompañamiento en base a la subjetividad de su nombre, desde la temporada hasta el otoño, en definitiva, un intercambio enriquecedor que definió finalmente la interpretación y composición en múltiples sentidos. Con humildad y siempre atento a mis comentarios, el maestro Liduino demostró todo su conocimiento y maestría, expresándose en una hermosa obra a través del clarinete bajo y la orquesta. Espero que el vals de otoño cobre vida propia y viaje por América Latina y el mundo.
Tocar al frente de una orquesta como solista es un reto para los nervios y el sonido del instrumento protagonista. ¿Qué haces para controlar estos dos aspectos?
Sin duda, este es un tema muy importante para el compositor y el intérprete. Como instrumentista utilizo la boquilla B40 de Vandoren y con cañas que aguantan mi energía, ya que soplo mucho. Por eso uso cañas #5 de la caja azul Vandoren #4 V-12. Este tema es personal y refleja mi trayectoria de búsqueda de los límites de mi expresión artística y sonora. Después de todo, cuando veo un clarinete en la orquesta, ¡quiero escucharlo! Una actitud moderna de aportar sonoramente todas las posibilidades que el compositor escribió en la partitura, ya sea que esté en la banda, en la orquesta o como solista. ¡Tenemos que ser escuchados!
Siguiendo el tema, el tocar de pie, ser solista, moverse, mirar a sus compañeros de escena, al público, esto es algo para el clarinetista que debe construir y elaborar de antemano, en su estudio diario. Se deben responder muchas preguntas sobre configuraciones particulares. Por ejemplo, utilizar la pica de metal o una correa. Una gran pregunta. Aun así, hay varias tendencias de estas dos posibilidades, como por ejemplo, tipos de correas que no te lastiman y picas que no se mueven mucho y que tengan una altura adecuada, etc.
Otra cosa: siempre me aseguro de que las notas graves salgan perfectamente cuando estoy de pie, porque si mi cuerpo choca con las llaves y zapatillas de las notas graves, ¡no saldrán cuando sea necesario! Tu actuación es resultado de tu preparación.
Para no estar nervioso siempre lleno mis pensamientos de la música que se está haciendo a cada segundo, estoy en el momento, y es mi secreto contra el nerviosismo. Por supuesto, tener el instrumento impecable y con la mejor caña ayuda mucho.
¿Cómo observas el desarrollo del clarinete en América Latina?
Lo veo con muy buenos ojos porque en cada país latinoamericano veo que hay un grupo de músicos que están trabajando duro para desarrollar un repertorio original que demuestre nuestra cultura diversa, con sus influencias que nos moldean como pueblo y así, inspirando a futuros estudiantes, compositores y público.
El aprecio del músico latinoamericano y la consecuencia de no necesitar pedir la bendición de los músicos europeos está sucediendo de forma tranquila y natural. ¡Necesitamos valorarnos a nosotros mismos!
Mis amigos Sebastian Tozzola, Marco Mazzini, Antonio Rosales, Erick Carmona, Gorgias Sánchez, Gonzalo Quintero, Álvaro Zegers, el compositor Mauricio Murcia con sus estudios originales para clarinete bajo y otras composiciones, el compositor Harry Crowl, Liduino Pitombeira entre otros. ¡Expresar, buscar asociaciones con compositores y compartir con el público un repertorio que tenga identificación cultural está en pleno apogeo!
Imagino que en poco tiempo tendremos una comunidad cada vez más unida y activa del clarinete bajo, compartiendo entre nosotros nuestra música latinoamericana de una manera cada vez más organizada y unida.
¿Qué consejo puedes dar a los jóvenes que serán solistas con orquesta por primera vez?
Además de los consejos habituales, deseo comentar primero sobre la importancia de elegir el repertorio y mantener en buen estado el instrumento. Se cuenta con el apoyo de técnicos reparadores que, con el aumento de la demanda de un alto nivel técnico, creará la necesidad de personas especializadas en la atención técnica del clarinete bajo. Créanme, ¡algunos chirridos no son solo culpa nuestra! El clarinete bajo es más sensible que el clarinete.
Y busca compositores que estén dispuestos a construir una obra a través del diálogo, con curiosidad, ánimo y voluntad de utilizar el clarinete bajo en su plenitud expresiva. Siempre es muy importante pedir las notas graves, así como pedirle al director que controle la dinámica del grupo que te acompaña. No olvides que también tenemos repertorio de bandas. ¡Vale la pena buscarlo!
¿Algunas palabras para nuestra comunidad?
¡Deseo que la comunidad de Clariperu y todos los clarinetistas latinoamericanos sigan creciendo y dando frutos! Sé entusiasta con nuestra música. Cada vez más buscan nuestra comunidad, ¡sean parte de ella, respeten las diferencias y apóyense unos a otros! Sólo con organización y unión aumentaremos nuestro apoyo del público, entusiastas, marcas extranjeras y compositores. Estamos juntos a través de Internet.
¡Un gran abrazo fraterno desde Río de Janeiro!
Les compartimos el video donde pueden escuchar a Thiago Tavares estrenar la obra Vals de otoño de Liduino Pitombeira.