La presente entrevista fue realizada por la lista de interés de Clariperu en noviembre de 2000. Las preguntas fueron enviadas por lo miembros de dicha lista y amablemente Luis Rossi respondió a ellas.
* Maestro, ¿cómo descubrió el clarinete? ¿Cómo así se interesó por estudiarlo y cómo nace el amor por la música?
En la década del 50, cursaba la escuela primaria en la Patagonia Argentina, donde aún viven mis familiares. Exactamente en el colegio San Francisco de Sales, atendido por sacerdotes Salesianos, donde la tradición italiana imperaba, comencé cantando en el coro de niños a los siete años. Luego quise entrar en la Banda como trompetista, pero se me advirtió que tenía que esperar hasta cumplir nueve años.
Cuando este plazo se cumplió, fuí de nuevo al ataque, pero la suerte no estaba de mi lado: no había más trompetas, todos los instrumentos estaban en manos de felices trompetistas. Luego me ofrecieron un clarinete. Casi nadie tocaba clarinete por allí, de manera que este instrumento significaba bastante poco para mi. Pero entre él y la posibilidad de quedar fuera de la Banda ( y con eso, de la música) lo acepté, sin saber que sería el comienzo de un largo camino, de por vida.
* ¿Cuáles son para Ud. las diferencias más resaltantes entre la escuela clarinetistica europea y la Latinoamericana? ¿Y las similitudes?
Es una pregunta muy amplia y muy difícil de contestar. En primer lugar, de cual escuela europea estamos hablando? Porque dentro de Europa coexisten escuelas muy diferentes. Diría que la escuela Alemana ( con sus seguidores satélites en Holanda y las similitudes que pueda tener en Austria) es radicalmente diferente de la escuela Francesa. A su vez, en Inglaterra ya tocan el clarinete con otro criterio. Los belgas, de hecho, tienen sus características propias , y suma y sigue. Los italianos y los españoles tienen por su parte sus cualidades particulares. Pero, son los alemanes que están del otro lado de la línea, con algo tan diferente que se aparta lejos de todo lo demás.
En Sudamérica, a su vez, coexisten varias maneras diferentes de tocar el clarinete, aunque ninguna de ellas basada en la escuela alemana. Donde mas profesores alemanes hubieron fué en Brasil, al punto que el solista de la Sinfónica de Berlín ( o de la orquesta de la Opera de Berlín) estuvo algunos años enseñando en un conservatorio en la costa de Brasil, no recuerdo si fue en Bahía. De modo que podrían haber seguidores de esta escuela por allí. Pero en general han sido los italianos quienes mas influyeron en Sud America. Por mi parte, yo fui admirador de Reginald Kell, Jack Brymmer, Gervase De Peyer y John McCaw. Todos estos clarinetistas ingleses tienen características que atraparon mi atención y preferencias. Por eso estudié en Londres ( con John McCaw) y a su vez, la escuela que desarrolle en Chile, Argentina, Perú (solo dos alumnos : Alvites y Eca) y Venezuela está influenciada por esa manera de tocar.
* En su versión del Concierto de Saverio Mercadante, en el segundo movimiento, ¿Por qué no repite la segunda parte del tema ni la segunda parte de las variaciones, y por qué en la variación en tonalidad menor no repite ninguna de las partes?
Esa versión fue grabada durante el concierto que hicimos en el auditorio Rudolfinum de Praga. Otras versiones, que también se grabaron como la del concierto para la Radio de Varsovia, si tenían las repeticiones del caso. Es que algunas veces los programas están algo largos y es necesario cortar o recortar suprimiendo repeticiones. Lógicamente que el largo del tema debe de concordar con el de las variaciones.
* ¿Existe una edición oficial de Rosita Iglesias de Carlos Guastavino?
La versión original de Rosita Iglesias, perteneciente a la serie Presencias de Carlos Guastavino (nacido en 1912 y fallecido en 2000) fue publicada por Ricordi Americana en Buenos Aires, y es para violín y piano. Posteriormente, Guastavino autorizó una versión con viola y piano y más tarde yo le consulté si podía tocarla con clarinete. Pero el luego se enfermó y jamás pude mostrarle mi arreglo. Pero sí resultó muy exitoso y ahora será grabado por un clarinetista polaco (Jakub Bokum) en un CD de homenaje a Guastavino.
* ¿Cuál es su opinión sobre la música contemporánea?
Hay obras geniales para clarinete, como las Tres Piezas para clarinete de Blas Atehortúa y el Concierto de Corigliano, pero también otras obras que a mi juicio no valen la pena. Escojo con gran cuidado lo que toco.
* ¿Y sobre el Jazz?
Me gusta, pero no sé improvisar. Me parece que logro reproducir el sabor del Jazz en obras de concierto que así lo requieren, por ejemplo cuando tuve que tocar el solo de clarinete de La Creación del Mundo de Darius Milhaud.
* ¿Qué lo llevó a fabricar instrumentos? ¿Qué clarinete usaba antes de diseñar sus propios?
Bajo la influencia de los clarinetistas ingleses, toque un Boosey & Hawkes 1010, de cámara ancha durante 20 años. Quise perfeccionar su afinación y me impulsó el haber estudiado con John McCaw (por entonces principal clarinetista de la New Philarmonia Orchestra de Londres). McCaw tenía un taller muy completo en el ático de su casa y su hobby era justamente construir un clarinete ideal. De modo que cuando vi todo eso y probé aquel clarinete, mi entusiasmo fue inmenso. Desde entonces, en las clases solo hablábamos de construcción de clarinetes.
Otros ingleses que me ayudaron fueron Ted Planas (ya fallecido), clarinetista y reconocido acústico, quien había construido desde clarinetes bajos hasta saxofones. Lo sabía todo acerca de las técnicas a emplear, mecanismos,etc. Tomé varias clases con él. También Stephen Trier (fallecido) clarinete bajo de la Royal Philarmonic Orchestra de Londres. Él también tenía su taller y había construido una campana de madera para su clarinete bajo. También hizo una extensión a sus clarinetes Albert para convertirlos en clarinetes di bassetto.
En fin, Inglaterra y toda esta generación de clarinetistas tan interesantes e interesados en la construcción de instrumentos fue sin duda el impulso para decidirme a desarrollar mis proyectos. Una vez que comencé a construir los primeros, los lleve a John McCaw para recibir críticas.Y por cierto las recibí durante varios años, hasta que poco a poco logre refinar mis diseños y construir un instrumento que mereció su aprobación.
* Si tuviera que escoger un modelo de sus propios clarinetes, ¿Cuál escogería y por qué?
Esa es otra pregunta difícil, porque cada modelo tiene su encanto. Uno da mayor flexibilidad. Otro tiene un sonido más centrado y atractivo. Otro afina mejor los sobreagudos. Y si uno persiste en el uso de uno de ellos, aprende a compensar los defectos y logra obtener el mejor resultado. Por eso, cada tanto cambio de modelo. Toque muchos años con el de Cámara Inglesa, que mejoraba notablemente al Boosey 1010 usado en mi juventud. Luego cambié al de cámara francesa, con el que toque unos cinco años y grabe los conciertos de Mercadante y Stanford.
En los últimos años, exploré el clarinete de cámara vienesa (instrumento que toque en los conciertos de la BCA de 2000. Y también el AL, un instrumento basado en un clarinete construido por E.J.Albert en Bélgica. El original, un instrumento con sistema Boehm, está en casa y los instrumentos construidos en base al mismo son muy interesantes. La cámara es apenas más pequeña que la cámara Inglesa o Vienesa. Tiene 15 mm de diámetro y eso da una enorme libertad y flexibilidad.
* ¿Ha considerado la posibilidad de diseñar sus propias boquillas?
La boquilla es en si otro mundo dentro del diseño e investigación. Prefiero comprar el blank ( boquilla en bruto) de un fabricante de Alemania y luego yo termino el facing a mi gusto. Estas boquillas tienen el logo L.Rossi y vienen con los clarinetes de cámara grande, (inglesa, vienesa y AL), proveyendo una cámara grande compatible con estos modelos.
* Como maestro, ¿Cómo ayuda a sus alumnos a desarrollar una personalidad propia musical? ¿Cuál considera que es el mejor consejo que les da?
Trato de no forzarlos a tocar todos de la misma forma, sino de ayudarlos a desarrollar su personalidad musical. Pero lo más importante es dotarlos de una voz, como un cantante. Deben de adquirir la técnica para vocalizar y lograr la colocación de su sonido. Este es un proceso largo pero una vez establecido, los alumnos tienen los medios para poner en música sus ideas musicales.
* Como intérprete, ¿Tiene algún criterio para seleccionar su repertorio?
Es una cuestión de gusto y también de ubicación. Ciertas obras no quedan bien a todos. El repertorio define en cierta forma al intérprete. A pesar de haberlo estudiado, nunca toque Nielsen pero sin embargo, hace poco toqué el Concierto para clarinete de Corigliano con la Orquesta Simón Bolívar de Caracas. Y comprobé que esta obra me queda bien y me permite disfrutar de su ejecución.
* ¿Cómo ve el panorama musical en Latinoamérica?
Desearía que hubiese más contacto entre los países. Los festivales de clarinete son escasos y hay mucha necesidad de intercambio. Se necesita más en este campo. Por otra parte, la enseñanza musical está considerablemente atrasada, por cuanto las Instituciones (conservatorios, universidades) no logran entregar lo necesario. La mayor parte ni siquiera tiene un ensamble de vientos o una orquesta donde los alumnos puedan aprender el repertorio sinfónico.
* ¿Cuál es la frase o palabra que siempre menciona a sus alumnos?
Que perseveren en el estudio organizado haciendo uso de toda la paciencia que puedan encontrar. Al fin de este camino hay ciertamente una luz que se acercará cada vez más.